Desde tiempos ancestrales se cree que en estas fechas las ánimas de los difuntos tienen permiso de bajar a la tierra a convivir con sus seres queridos..
El culto a los muertos se celebra desde mucho antes de la conquista española. Los antecedentes se remontan aproximadamente al año 1800 a.C. como lo indica una máscara de barro procedente de Tlatilco, Estado de México.
De acuerdo con Más de México, en el México prehispánico, tras las guerras entre pueblos, era una tradición conservar los cráneos de los enemigos como trofeos para mostrarlos en rituales que se relacionaban con la muerte y el renacimiento.........
Entre los diferentes rituales existían dos fiestas: la pequeña y la grande.
La fiesta pequeña, iniciaba 20 días antes que la fiesta grande. La primera era dedicada a los niños y la segunda a los adultos, como se hace en la actualidad.
Pero con la fusión de culturas que se hizo durante la época de la Colonia el inicio de la celebración de los muertos adultos o fiesta grande se hizo coincidir con la festividad católica de los fieles difuntos.
La tradición se adaptó y logró mantenerse viva bajo el yugo español, a pesar de la evangelización. Los españoles querían manipular las fiestas de los indígenas para convertirlos al catolicismo, los mexicanos adecuaron sus festividades de muertos para que no fueran consideradas como paganas.
El Día de los Muertos se ha convertido en una verdadera festividad nacional.
El dolor, la tristeza y el llanto por el ser querido que dejó este mundo para partir al de los muertos se entremezclan con el colorido, la fiesta y la alegría, característica de los mexicanos.
A través de las ofrendas, vivos y muertos se reencuentran en una dimensión que les permite convivir, es por eso que los altares se colocan en una mesa con dos niveles que simbolizan el cielo y la tierra, si es de tres, se les añade el purgatorio.
Los más grandes son de siete niveles, representan los pasos para llegar al descanso eterno.
ESTOS SON LOS ELEMENTOS INDISPENSABLES DE UNA OFRENDA:
FOTOS
Las imágenes regularmente son de personas o familiares que han muerto y a quienes se les recuerda de manera especial.
AGUA
Reflejo de la pureza. Ayuda a mitigar la sed del alma que viene de un largo camino y también fortalece su regreso.
VELADORAS Y CIRIOS
Su flama es la luz, la fe y la esperanza que guía en este y el otro mundo. En algunas comunidades indígenas, cada vela representa un difunto. Si los cirios tienen algún motivo morado significa duelo; si se colocan en forma de cruz implica los cuatro puntos cardinales que orientan el camino del ánima a su casa.
COPAL E INCIENSO
Fragancia de reverencia que limpia y purifica el ambiente, además ahuyenta los malos espíritus.
CEMPASÚCHIL
Flor que por su olor y color dirige las almas a su hogar.
ALHELÍ Y NUBE
Sus colores se complementan con la flor amarilla. Por su pureza y ternura acompañan el alma de los niños.
ARCO
Se adorna con flor de cempasúchil y fruta, representa la entrada hacia el inframundo.
CRUZ
Elemento introducido durante la evangelización, se coloca en la parte superior del altar; a veces está formado con ceniza, otras con sal o pétalos de cempasúchil.
PAN
No pueden faltar en los altares representan a la fraternidad.
PETATE
Sirve para el descanso de las ánimas. En algunos hogares se usa como mantel para poner los alimentos.
FOTOGRAFÍA DEL DIFUNTO
Honra a la persona que fue en vida.
Algunas comunidades ponen la imagen escondida para que solo se vea en un espejo y así dan a entender que se puede ver pero no existe.
COMIDA GUISADA
Para que los espíritus se alimenten con los aromas de los platillos que fueron sus preferidos.
CALAVERITAS DE AZÚCAR
Aluden a la muerte, siempre presente.
IZCUINTLE
Compañero de las almas que las ayuda a cruzar el caudaloso río Chiconauhuapan, el último paso para llegar al Mictlán.
Este personaje se coloca como juguete para los niños.
SAL
Elemento purificador que ayuda al cuerpo a no corromperse en su traslado.
Es la parte esencial de la celebración de muertos; se cree que las ánimas regresan a disfrutar los platillos, a probar la fruta y a contemplar la flor de cempasúchil que se les ofrece. De esta forma, vivos y muertos se reencuentran en una dimensión que les permite convivir.
PAPEL PICADO
Dibujos y figuras de gran diversidad. El papel no puede faltar en tu altar para darle colorido y es un gran representante indispensable en las celebraciones mexicanas.
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