"... Tihuatlán es
un municipio que solo ha crecido en su infraestructura, sino también en turismo
con el Cristo Redentor que a sus 16 años ha registrado la atracción de miles de
visitantes, sin embargo, lo que más sobresale es su arraigo histórico y
arquitectónico, como lo es el significado de sus murales y los lienzos que
forman parte de la edificación de sus sectores y comunidades.
En primer
término, está el mural de la cultura huasteca, el cual se ubica a la derecha de
la escalinata principal del parque Lic. Benito Juárez, sobre la avenida
Cuauhtémoc, está finamente elaborado en bajo y alto relieve, mismo que en la
actualidad definida influencia Mexica.
Para esto el
conocido historiador Gregorio Bustos, en sus relatos lo describe que está
construido en tres áreas que expresan la visión del universo de nuestros
antepasados, representan la vida y la muerte; el agua, el fuego, la tierra, el
aire y los cuatro puntos cardinales.
Indica que
el mural está enmarcado por una serpiente emplumada, que era la deidad de la
sabiduría, el viento y la vida para los huastecos.
Debemos
tener presente que los mexicas, quienes se apropiaron de muchos elementos de la
cultura huasteca, llamaron a esta región, como: Tonacatlapan, que significa
“tierra de buena y abundante comida”, lo que nos viene a decir cuán próspera
era la agricultura huasteca.
Finalmente,
los elementos que conforman está primera parte del mural, se refieren al
principio del todo, a la fecundación y a la continuidad del ciclo de la vida,
donde la tierra y el agua son los elementos esenciales de este espacio y la
sabiduría de los ancianos, lo que indudablemente que es un interesante mural
lleno de simbolismos y de conocimiento.
LOS LIENZOS
DE TIHUATLÁN
El
historiador Gregorio Bustos también resalta que, cuando han ido a la
Presidencia Municipal de Tihuatlán, seguramente han visto unas pinturas
antiguas colgadas de la pared de los pasillos, las cuales estuvieron en la
biblioteca y tal vez no se tiene conciencia de su valor cultural e histórico.
Los Lienzos
de Tihuatlán, mal llamados de Tuxpan, fueron elaborados antes de la llegada de
los españoles y sirvieron para que los indígenas establecieran sus derechos
sobre tierras en disputa, después de la conquista de esta región por los
ejércitos de la gran Tenochtitlan.
La
interpretación, traducción y explicación de los jeroglíficos, está presentada
por el investigador José Luis Melgarejo Vivanco, del cual el 24 de junio de
1956, se dio a conocer la existencia de los Códices en Tihuatlán.
El presidente
municipal, Francisco Ortiz González, padre de Francisco Ortiz Yorio,
(Pancholín), los tenía en custodia.
Los había
rescatado al obtenerlos del campesino Luciano García Méndez, quien los
conservaba, y veneraba, en el altar católico de su casa.
En 1958, el
entonces Gobernador del Estado, Lic. Antonio M. Quirasco, los recibió de manos
de don Francisco Ortiz González, presidente municipal con el consenso del
pueblo, reunido en el parque de la cabecera municipal, lo que enmarco un hecho
histórico de las raises de Tihuatlán, mismas que hasta hoy son reconocidas por
quienes conocen de los inicios de este pueblo veracruzano..."