SÍMBOLO DE FE, AMOR Y FRATERNIDAD
En el año 2001 el Club del INSEN “Eterna Juventud” tuvo la inquietud de construir una Imagen Religiosa, integraron un patronato y con los donativos que obtuvieron solo lograr emparejar el terreno que les había sido donado para ese fin por los Sres.
Lino Gerardo González Calvillo, Gonzalo Bridat Velásquez y Cutberto Mar.
Posteriormente se contrató al ingeniero Guillermo Tena especialista en construcciones y obras monumentales y al maestro Teodoro Cano escultor de mucho prestigio a nivel nacional.
Y así a partir de abril del 2006 el DIF municipal retomo los trabajos para la construcción de tal obra. Celebrará bailes, obras de teatro, promovía conferencias y rifas a fin de obtener fondos económicos para ello, además con donativos altruistas y con el total apoyo del Ayuntamiento Municipal que aporto el costo de la mano de obra, se logró este sueño de tener en Tihuatlán un Cristo Redentor similar al Cristo del Corcovado de Rio de Janeiro, Brasil.
La estructura metálica interna que lo sostiene tiene un peso de 35 toneladas fue calculada y armada por la empresa metalúrgica TORG, S. A. de C. V. de la Ciudad de México, y transportada hasta el cerro donde fueron colocadas y soldadas las viguetas de acero.
La obra se llevó 18 meses de trabajos intensos, en los que no se tuvo que e lamentar ningún accidente. La furia del huracán Dean (13 al 23 de septiembre del 2007) y Lorenzo (25 al 28 de septiembre del 2007), y un temblor semanas después, respetaron la estructura, que como dice la gente, aplico una severa prueba de resistencia, otros de plano hablan de los primeros milagros.
El maestro Teodoro Cano, es el autor del diseño, la dirección y ejecución de la obra monumental, en la que intervino su equipo de colaboradores, integrado por los escultores Lorenzo Rivera, Martha Guerrero, Jesús Alberto Hernández, Gabriel Pérez Aragón, y el experto albañil naolinqueño Eleuterio Flores Sánchez.
Fue necesario construir un fuerte muro de contención para asentar la plazoleta, el basamento cubico tiene un alto relieve al frente que representa a San Francisco dentro de un ovalo, y a los costados dos danzantes; a los pies unas flores estilizadas y en el cielo nubes de las que desciende dos ángeles.
El fondo está elaborado con fragmentos de mosaico en colores crema, rosa y rojo quemado. En la parte posterior tiene una cruz y dos ángeles en los costados.
Por el lado del andador las fechas: 1598-2007 y dos ángeles a la izquierda y derecha.
La escultura mide 31.50 metros de alto, y con los brazos extendidos en actitud de bendición, tiene 20.50 metros de ancho. La cabeza de 3.80 metros y las manos se trabajaron con varilla, tela de alambre y cemento, en los Talleres Libres de Arte que dirige el maestro Cano.
El monumento tiene un peso aproximado de 750 toneladas.
El cerro de 114 metros de altura al oriente de la población, donde está asentado el admirable símbolo que derrama la mirada sobre el caserío, tiene una carretera de acceso de dos carriles asfaltados de 830 metros de longitud, alumbrado eléctrico con luminarias, y en el contorno un espléndido mirador con resistentes y seguros barandales para que los visitantes puedan admirar el panorama a cielo abierto, hasta la lejanía donde se ve el puente Cazones III.
Cuenta con refresquería, sanitarios y servicio de vigilancia.
Don Mario Basurto Origel quien brindo un importante apoyo al facilitar la grúa para el levantamiento de la estructura. También contribuyo generosamente el Ayuntamiento Constitucional.
Es que este icono, motivo de ornato o atractivo turístico, representa la humildad, la caridad, el amor y el perdón, que exalta la hermandad y el orgullo de pertenencia a la comunidad.
El responsable del proyecto estructural fue el Arq. Héctor Éibar Ortiz Rodríguez, auxiliado por el Ing. Arturo Barquín Almora, y Arq. Andrés Galindo Castro.
Trabajaron en agotadoras jornadas los albañiles: José Irineo Méndez, Alejandro Mejía Sampayo, Martín San Juan, Ortega, Marcos Del Ángel Helbert, Moisés González, Pablo Márquez Cruz, Mario García Solazar, Hermelindo Pérez Juárez, Feliciano Pérez Martínez, Rene Velázquez García, David Ramírez Hilario, Pablo Trinidad Domínguez, Álvaro Govea Zúñiga, Erasmo García García, y Crescencio Reyes Cabrera.
Los trabajos de cimentación y andamiaje estuvieron a cargo de cuadrillas dirigidas por Elodio Cruz Ibarra y Daniel Escobar. El maestro de obras fue Bernardo García Mar.
La tarde del 3 de noviembre del 2007, a las 17:30 horas, Monseñor Domingo Díaz Martínez, IV Obispo de la Diócesis de Tuxpan, bendijo la monumental escultura del Cristo Redentor, con una misa solemne.
Estuvieron como invitados, el gobernador del Estado, los presidentes municipales de la región, las autoridades militares y navales, el presidente municipal electo y los sacerdotes pertenecientes a la Diócesis.
Aproximadamente 5,000 asistentes participaron vivamente emocionados. El presidente municipal leyó un mensaje breve y apropiado, y a sus colaboradores entregaron a los asistentes unos obsequios consistentes en playeras con la imagen del Cristo como recuerdo magno del evento.
Un excelente grupo músico-vocal tuxpeño le dio marco al acto litúrgico, y los juegos pirotécnicos al finalizar la ceremonia llenaron el cielo de alegría.
Obras de este rango están diseminadas por toda la república mexicana.
El más famoso es el Cristo del Cerro del Cubilete en Guanajuato, le sigue el de Tenancingo, Estado de México, y el de Pachuca, Hgo. por solo mencionar los más famosos.
El de Tihuatlán de equivalente calidad, se hermana artísticamente con ellos y hasta esta fecha el Cristo Redentor de Tihuatlán está considerado como el de mayor altura de la República Mexicana.
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