En el muro de contención de la plazoleta que da a la calle Cuauhtémoc, la escultora Paola Santes desarrollo en 3 tramos, otro mural con las misma técnica anterior. En una forma simbólica se representa la concepción cosmológica de nuestros ancestros indígenas: la vida, la muerte, los cuatro elementos (agua, aire, fuego, tierra), y los 4 puntos cardinales.
Puede observarse en este mural, a manera de marco, el cuerpo de una serpiente, símbolo de eternidad, que encierra toda la composición y finaliza en el centro.
Primer Mural
La vida es representada por un “anciano sembrador”, personaje frecuente en la escultura huasteca; un hombre de edad avanzada encorvado con las piernas ligeramente flexionadas, que en sus manos sujeta el espeque que perfora la tierra para depositar la semilla, acto ritual que inicia el ciclo agrícola y que esta relacionado directamente con la fecundación.
Segundo Mural
La imagen central la ocupa el escudo de la Villa de Tihuatlán, la identificación de un pueblo rodeado de fenómenos que percibe con sus sentidos… un mundo sobrenatural, que rodea y que envuelve.
Tercer Mural
Muestra en primer plano a la diosa Tlazoltéotl, destacada por su poder de seducción, su sensualidad, y su vínculo con las fases de la luna, el amor, y sobretodo, con la madre tierra. Las manos sobre el vientre aluden a la fertilidad.
Puede observarse en este mural, a manera de marco, el cuerpo de una serpiente, símbolo de eternidad, que encierra toda la composición y finaliza en el centro.
Primer MuralLa vida es representada por un “anciano sembrador”, personaje frecuente en la escultura huasteca; un hombre de edad avanzada encorvado con las piernas ligeramente flexionadas, que en sus manos sujeta el espeque que perfora la tierra para depositar la semilla, acto ritual que inicia el ciclo agrícola y que esta relacionado directamente con la fecundación.
Segundo MuralLa imagen central la ocupa el escudo de la Villa de Tihuatlán, la identificación de un pueblo rodeado de fenómenos que percibe con sus sentidos… un mundo sobrenatural, que rodea y que envuelve.
Tercer Mural
Muestra en primer plano a la diosa Tlazoltéotl, destacada por su poder de seducción, su sensualidad, y su vínculo con las fases de la luna, el amor, y sobretodo, con la madre tierra. Las manos sobre el vientre aluden a la fertilidad.
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