"Ante la falta de apoyos, decenas de comercios han cerrado sus puertas, lo que ha generado, además, la pérdida de fuentes de empleo, lo que significa una grave contracción económica en el municipio.
A lo largo de la calle Reforma, donde se buscaba consolidar una zona comercial alterna a la zona centro, en los últimos seis años se establecieron decenas de nuevos negocios, desde expendios de cerveza, loncherías, tiendas de abarrotes y otras.
Pero la falta de incentivos por parte de autoridades municipales, que presionaron a los pequeños inversionistas para que se empadronaran y pagaran impuestos, aunado a las bajas ventas, dieron al traste con el pretendido proyecto de crear dicha franja comercial.
Como consecuencia, desde hace aproximadamente dos años comenzaron a cerrar los establecimientos, de los cuales quedan abiertos alrededor del 10%, los cuales operan con número rojos y podrían cerrar de un momento a otro.
“Ya no nos da el negocio. Pagamos los impuestos, rentas, luz, agua y trabajadores. Y las ventas no levantan, aquí ya no conviene invertir”, aseveró el propietario de una tienda de abarrotes.
Al respecto, la oficina de comercio municipal indicó que no cuenta con un censo actualizado relacionado al número de negocios que han cerrado sus puertas, aunque se admite que ello ha implicado la pérdida de importante número de empleos.
Cabe mencionar que la situación se repite en otros sectores de la villa, además de la zona conurbada Plan de Ayala-Totolapa, así como en diferentes comunidades.
El departamento municipal de Industria y Comercio reportó al respecto que durante el primer bimestre de este año se efectuaron recorridos en la cabecera y por varias localidades, donde se detectaron establecimientos con falta de licencia comercial, permisos vencidos o que el giro no corresponde al registrado, por lo que se otorgaron 215 citatorios a los propietarios, los cuales podrían optar también por cerrar pues les resultaría incosteable ponerse al corriente.
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