Como cada 7 de diciembre, cuando
el sol se esconde en el horizonte y el cielo cobija a la tierra con un manto de
estrellas, Tihuatlan resplandece, en punto de las 7 de la noche. Cada anciano, adulto y niño sale a
las puertas de sus casas para revivir -como todos los años- una de las
tradiciones más bellas de Veracruz.
Ese día, toda la comunidad tihuateca
enciende velas y las coloca en las aceras y en las calles, en conmemoración al
pasaje bíblico cuando el Niño Jesús se extravía en Jerusalen y sus padres lo
encuentran platicando con los sabios tres días después, en el templo de
Salomón.
Los niños participaron jubilosos paseando sus auténticos carritos alegóricos, confeccionados con una modesta caja de cartón, papel y una velita encendida, colocada en el centrode la caja, y otros, creando alegorías más sofisticadas,imprimiéndoles un efecto modernista.
Y en esta ocacion agradecemos a Unidos por el Bienestar de nuestra gente, el cual preside la señora Michelle Gustin de Rivera que en este año se encargo de otorgar los premios a los carritos ganadores en este tradicional desfile.
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